domingo, 9 de noviembre de 2014

De Ayotzinapa, el dolor y la desesperanza.

Hace tiempo que quiero decir algo, más sin embargo, no sabía cómo, probablemente ahora tampoco lo sepa. Sí, me voy a referir a los sucesos de Ayotzinapa, aquí en México.

Me quiero dirigir hacía los estudiantes universitarios de mi país, creo que ni solo a los universitarios, a los estudiantes en general.

¿Por qué tanta indiferencia? ¿Por qué les preocupa más el sí saldrán el fin de semana o él cuántos seguidores o "me gusta" tienen en sus redes sociales? ¿Por qué actúan con tanta indiferencia hacía sucesos contra jóvenes de nuestra edad? Ah, porque son "chavos" y todos les vale madre. Mientras ustedes estén bien, no pasa nada.

Definamos que es estar "bien" en México, estar bien es tener miedo que a las 7 de la noche alguien te asalte, que no puedas decir lo que piensas porque te pueden venir a matar, que las cosas cada vez estén más caras y que el sueldo cada vez sea más bajo, que la educación pública esté hecha un desmadre y solo den ganas de llorar. Eso es estar "bien" en México.

A menos que sean hijos de aquellos pocos que tienen dinero y para los cuáles, México es como un paraíso, donde se puede hacer lo que sea, sin que nadie te diga nada.

Si eso es estar bien para usted, creo que a mí me enseñaron un término algo diferente.

Quiero que se imagine a usted mismo dentro de 30 años, casado y con hijos, porque eso se nos enseña a desear a cierta edad. Imagine que tiene un hijo universitario, al que manda todos los días a la escuela, con el poco o mucho dinero que pueda darle, usted se siente orgulloso de él/ella porque se está superando. Un día, no regresa. Dos días, tampoco. Un mes...se lo mató el gobierno. Pide ayuda, y poca es la gente que le escucha. Exige…nadie le hace caso.

Ahora imagine que esos normalistas eran sus mejores amigos de la Universidad, que solo iban a ir a una marcha pacífica. Los matan.

Ahora imagínese que es usted a uno de los que matan. No tiene salida, lo torturan…puede gritar pero no hay nadie que lo escuche. Sufre, llora, todo para nada.

¿Aún no siente nada respecto a esto?

Sé que este suceso no es el único que ha ocurrido en México, tenemos una gran lista, hablamos de desaparecidos en cantidad de estados, de feminicidios, de represión, y todo eso, ha sido porque nosotros, y solo nosotros lo hemos permitido. Nosotros tenemos la culpa de que nos estén dando en la madre día con día. Pero ya hemos tenido la culpa tanto tiempo que YA NO MÁS.

Si a usted o a sus futuros hijos les pasara algo, usted querría ayuda y justicia, porque no es una exigencia, es un maldito derecho. Y se le daría el apoyo, entonces ¿por qué usted no puede ayudar ahora?

¿Si sabe que se pelean por los derechos de todos los mexicanos y no sólo los de algunos pocos? ¿Si sabe que uno está chingando la madre con lo mismo porque quiere vivir en un país honesto y seguro?

¿Estamos pidiendo mucho?

¿Estamos locos?

¿A usted no le da rabia, enojo, tristeza?

¿Que usted no se encabrona cada vez que la canasta básica está más cara?

¿Cada vez  que los servicios básicos suben el precio?

¿Cada vez que los impuestos son más?

A usted, estudiante, ¿no le causa nada el saber que por alzar su voz lo pueden asesinar y el gobierno de su país no hará absolutamente nada?

¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué nos asesinan, si somos la esperanza de América Latina?

¿Ese grito de marcha, no le causa nada? ¿No siente la sangre hervir y un nudo en la garganta? ¿No siente indignación e impotencia contra un jodido gobierno corrupto que solo nos parte la madre a cada uno día con día?

Qué bueno que no lo sienta, compañero, porque yo sí lo siento, y duele tanto.
Ahora bien, si usted fuera de los que piensa que la solución está en abandonar el país, le tengo algunas posibilidades:

1- No termina su Licenciatura, termina en un empleo mal pagado y explotador.
2- No encuentra trabajo de lo que usted, con tanto esfuerzo, estudió.
3-No le alcanza ni para comprarse la canasta básica, pero aun así, se quiere ir al extranjero.

No es desearles mal a las personas que tienen como meta el abandonar el país y buscar su porvenir, solo son posibilidades, que hoy por hoy son realistas. Con este paso, de reformas, de incremento de impuestos, de todo, México será la cuna de la pobreza.

Le pido, por favor, no piense que la solución está en irse de aquí, no tenga miedo, se lo suplico.
Si usted fuera de aquellas personas que no sienten absolutamente nada y solo piensan "qué bueno que no me pasó a mí" entonces, está usted en su derecho y se le respetará, nadie puede obligarle a nada.
Pero así como se les respeta su derecho a no hacer nada, le pido que usted respete a las personas que salimos y tratamos de luchar por este país, olvidado por Dios, un país en donde tener esperanza, es castigado con la muerte.

Respete usted nuestra preocupación, indignación y tristeza. Ahórrese comentarios de "pinches ninis/sin que hacer/ estudiantes revoltosos/vándalos" cuándo hay mucho tráfico por las marchas. Usted llegará a su casa un poco tarde, pero llegará.

Muchísimas personas ya nunca más volverán a su casa. Entonces, si usted no quiere hacer nada, se respeta su decisión, pero no obstruya el paso a quiénes si quieran hacer algo.

Es curioso que estos comentarios vengan muchas veces de personas que no estudian ni trabajan, muchas veces jóvenes. Es triste, curioso, no hacen absolutamente nada pero les gusta mucho el criticar lo que otros hacen. Está bien, todos tenemos diferentes ideas, pero con todo respeto, que poca madre.

Igualmente los famosos comentarios "trolls" que solo se burlan de una tragedia y muchos dirán que solo demuestran que son unos pendejos, puede que sí puede que no, pendejos o no, aun así no se merece que los maten. Nadie se merece que los maten.

Hay quienes creen que México es más que Ayotzinapa, y en efecto, a estas alturas dudo mucho que alguien solo esté peleando por ellos, ya no es solo eso. Es todo un conjunto de matanzas. Hoy, le llamamos Ayotzinapa. Hace varios años era Tlatelolco 68', Aguas Blancas, Acteal, Atenco, Guardería ABC, Muertas de Juárez, y un largo y doloroso etcétera.

Hay quienes dicen que los de Ayotzinapa eran unos vándalos y que bien merecido se lo tenían, que no eran unos mártires. Y yo, hasta ahora, no he escuchado que alguien diga que eran unos santos o algo por el estilo, eran estudiantes ,rebeldes, sí, pero estudiantes, con sueños, metas, esperanzas, anhelos, eran rebeldes sí, pero con todo, nadie se merece que lo maten. No se lo merecían los estudiantes del 68', no se lo merecían los indígenas de Acteal, no se lo merecían las mujeres de Juárez, no se lo merecían los niños de la guardería ABC. Tampoco se lo merece usted, ni me lo merezco yo.

¿Merecer la muerte por defender en lo que creo y exigir respeto y justicia?

Hay quienes dicen que las marchas no lograrán nada, y en este punto, sencillamente, no lo sé, yo no sé si el que me duela tanto mi patria, el que de rabia, se me llenen los ojos de lágrimas, el que se me cierren los puños de impotencia, pueda lograr algo. No sé si el salir durante dos horas gritando reclamos al gobierno pueda servir de algo, no sé tampoco si el escribir estas palabras pueda resultar útil. Pero de algo estoy segura, quedándome callada, haciendo como que no pasa nada, conformándome con todo esto, porque aquí me tocó vivir, y ya, que le hacemos, eso estoy segura de que no ayudará ni servirá de nada. Porque nací gritando, y si fuera necesario, gritando me voy a morir.

Preocúpese, compañero, ya es una súplica. Cuándo digo que se preocupe, me refiero que se preocupe de verdad, no a que solo prenda las noticias, se enoje y diga "pinche gobierno", a que solo cambie su portada de Facebook, de RT, y demás. A que a este escrito, usted responda que usted está de acuerdo y ya. Es válido, pero si usted está verdaderamente preocupado, le invito a que salga a las calles a las marchas, a los debates, mesas de diálogos, entre otras cosas, lo invito de todo corazón. Si usted está preocupado, enojado, indignado, aplace compromisos que le puedan impedir el ir. Por favor, hágalo. Porque si solo usted dice estar enojado, pero no hace nada, es exactamente lo mismo. Para la palabrería podemos dejar a nuestro gobierno inepto, ellos se pintan solos para eso. No seamos como ellos.

Cuándo hablo de preocupación, indignación, exigir, tampoco me refiero a ir a una marcha solo porque sí, porque "está de moda" porque quiere sentirse "culto, intelectual y revolucionario”, “mejor que los demás” o peor aún, porque solo quiere perder clases. No lo haga por eso, se lo suplico, hágalo porque tiene humanidad, porque le indigna tanto como a tantos. Créame, que he visto personas en las marchas, tomándose "selfies", estando en el WhatsApp y demás cosas, y no sé qué es más lamentable, eso o que usted solo se quede viendo. Realmente no lo sé. Todo genera decepción.

Muchos dicen que una revolución, que los saqueos por parte de los normalistas en Guerrero, que el quemar la puerta del Palacio Nacional, que todo son ideas tontas, que todo es algo estúpido de pensar y de hacer. Y la violencia no se justifica con nada, y en eso, estoy de acuerdo.

¿Pero de qué manera podemos llamar la atención? ¿De qué manera podemos hacer que se nos escuche? Incendiando, robando y demás, seguramente no. Pero ¿De qué forma? ¿De qué forma podemos hacer que todo esto cambie? ¿De qué manera el peso de una nación indiferente, violenta, corrupta, inepta, puede pesar menos? ¿De qué manera se nos puede escuchar en un país en el que todo se logra con violencia y miedo?

¿De qué manera?

¿Ya no hay esperanza para México y los que vivimos en él?

¿Sólo podemos aspirar a vivir más pobres que ricos? ¿Sólo nos queda el conformarnos? ¿El salir a la calle pidiendo llegar a salvo y así siempre? Realmente, no lo sé, sólo sé, que yo no me quiero seguir conformando, que trato de no tener miedo y de luchar, no sé si lograremos algo, si hay algo que se pueda hacer, pero me gusta pensar y tengo que creer, que sí. Que sí se puede.

No tenga miedo, que cualquier cosa que nos puedan hacer, no puede ser algo que no nos hayan hecho ya, que nada nos pueden arrebatar que no nos hayan arrebatado ya, que lo que nos pueda pasar, no puede ser peor que lo que pasará si los seguimos dejando en el poder. Que ya nos están quitando el miedo. Que no hay nada peor que vivir a cómo vivimos ahora.

Se lo pido, con lágrimas en los ojos, que  pelee, mi amigo, luche, exija, indígnese, por favor, por ellos, por usted, su familia, y por mí.

Porque yo lo haré, no importa si mi castigo llega a ser la muerte, cumpliré con él.

#YoYaMeCansé

¿Y usted?


Con todo respeto, una mujer, estudiante universitaria, mexicana, pero antes que nada, humana.  

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